Eliminar las orugas con Bacillus thuringiensis

Cannabisguru Insecticidas 05 Jan 2014 0 Comentarios 5 min
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Vamos a ver como podemos utilizar Bacillus thuringiensis para eliminar esas molestas orugas de nuestro cultivo de marihuana.

La mayor parte de estos insectos no sólo se alimentan a partir de ella sino que también generan perjuicios a su salud  por cuanto la debilitan y le sustraen los nutrientes que le permitirán dar frutos o incluso continuar creciendo.

Es por esta razón, que eliminarlos se traduce muchas veces en una necesidad ya que su permanencia no hará más que producir finalmente la muerte a nuestra planta. En este sentido, son numerosos los expertos en botánica que afirman que Bacillus Thuringiensis es la mejor alternativa (la más ecológica) para solucionar el problema que nos aqueja.

Qué es el Bacillus Thuringiensis



Lo primero que debemos saber acerca de este producto es que el mismo es entendido como un  insecticida de carácter biológico, es decir, no se hace uso en su proceso de fabricación de elementos químicos y aditivos que lejos de beneficiar nuestras plantas suelen producir efectos colaterales indudablemente negativos.


Bacterias

El Bacillus Thuringiensis hace referencia a una bacteria Gram positiva que habita en el suelo, pudiéndola así encontrar en la carga microbiológica con la que esta cuenta. Dicha bacteria es empleada en muchos casos como insecticida, la explicación de esto responde a que la misma al entrar en contacto con el agua y la planta produce ciertos cristales de endotoxinas proteínicas.

Estos cristales actúan como un compuesto insecticida que tiende a ataca el sistema digestivo de los insectos que la consumen eliminando así distintas variedades de ellos de entre los que podemos hallar los chinches, las larvas de lepidópteros, los nematodos conocidos por ser gusanos, las moscas y mosquitos, los escarabajos y por último las orugas claro está.

En el mercado podemos encontrar distintas presentaciones de un mismo producto, en relación a esto es importante señalar que existe el Bacillus thuringiensis var. Aizawa focalizado en controlar algunas especies tales como el gusano gris, la oruga espinosa de algodón, la oruga del tomate, la plusia, ciertas polillas y por último la gardama.

El Bacillus thuringiensis var israelensis que es empleado para eliminar la presencia de aedes, culex, culiseta, las moscas negras del género Simulium, anopheles y típula. El Bacillus thuringiensis var kurstaki en cambio controla especies como la orugueta del almendro, el gusano gris, la mariposa blanca de la col, la polilla de los cítricos y el mirador del tomate.


Oruga

Ahora bien seguro te preguntarás cuál  es el más indicado para ti, partiendo de la idea de que desconoce el insecto que infesta tu planta. No te preocupes, en caso de que no sepas cual es el mejor lo que puedes hacer es llevarla ante un experto o acudir a él con el objeto de que te recomiende la presentación adecuada en función del insecto que yace en la planta.

Cuándo necesitamos aplicar el producto



Por lo general, las orugas son insectos fáciles de percibir ya que tienen un tamaño considerable, colores llamativos  y además suelen dejar rastros que cualquiera sería capaz de ver. Al ver hojas comidas o con pequeños orificios puedes estar seguro que dicha plaga ha hecho de la suyas con tu planta.

Al momento de observarlas con el fin de determinar la existencia de orugas, centra tú atención hacia los brotes tiernos, ¿por qué especialmente en ellos? Es sencillo, las hojas nuevas son concebidas como el alimento favorito de las orugas, estos insectos se focalizan en un primer instante en ellas para luego dirigirse a las hojas de mayor antigüedad.

Lo más preocupante de su presencia, es que las orugas sólo requieren de un par de días para devorar complemente la planta en la que habitan, es por esto que tu acción deberá ser inmediata de lo contrario puede que cuando decidas intervenir sea demasiado tarde y no exista reparo posible.

Cómo debemos aplicar el insecticida



Una vez que hayamos identificado la presencia de las orugas o larvas en la planta de cannabis o en cualquier otra, debemos proceder a pulverizar el Bacillus thuringiensis sobre ella.  En cuanto a este paso, expertos recomiendan ejecutar dicha acción durante el atardecer ya que es durante este momento que el producto potencia su acción y eficiencia.


Pulverizar insecticida

En el caso de que llueva es importante que tras secarse la planta realices el procedimiento nuevamente ya que el agua por lo general retira el producto de ella, dejándola indefensa otra vez. Tras haberlo hecho, seguro continuarás observando la presencia de ciertas orugas no debes preocuparte ya que si bien su acción es rápida la misma dependerá en gran medida de la magnitud de la plaga.

Una vez trascurran 15 días desde la aplicación del B. thuringiensis por primera vez repite el proceso, no temas en que hacerlo producirá algún efecto nocivo sobre tu planta. De hecho está demostrado científicamente que por ser un insecticida biológico el B. thuringiensis posee como principal característica que respeta el equilibrio ecológico presente en ella.

¿Qué quiere decir esto? que al estar en contacto con las propiedades de la planta no genera alteración alguna que se refleje bien sea en el sabor, olor y fruto de la planta.

Es por esta razón que el mismo es empleado en numerosas ocasiones por distintos expertos y es que recordemos que el cannabis se concibe como un cultivo sumamente frágil y delicado que ante cualquier variación puede o no producir cogollos o alterar sus cualidades.

Contra indicaciónes del Bacillus thuringiensis



En realidad, no podemos hablar de contra indicaciones ya que no como comentamos anteriormente el producto no genera efecto adverso alguno que pueda ocasionar un malestar en nuestra planta. Sin embargo, al hacer uso de ella debemos siempre considerar un elemento de suma importancia.

Si bien la efectividad del B. thuringiensis es segura y perceptible a tan sólo días, es necesario resaltar el hecho de que si la utilizamos por largos períodos de tiempo las futuras larvas y orugas que se presentan en la planta, desarrollarán por presión natural cierto nivel de resistencia produciendo así la ineficacia del producto.


Oruga comiendo hoja

Cuando sucede esto, no hay manera de solucionar el problema ya que simplemente la acción del B. thuringiensis será nula. Ante dicha posibilidad expertos recomiendan que una vez aplicado el insecticida ejecutemos acciones orientadas a evitar la infestación de orugas, larvas y otros insectos nuevamente.

Para ello, debemos mantener cierta atención a nuestra planta de manera que su aparición conduzca a una acción rápida y precisa. Para prevenir su permanencia algunos botánicos tienden a emplazar en lugares cercanos nidos de aves que se alimenten a base de ellas, así muchos mantienen limpio sus cultivos.

Otros suelen rociar las plantas con ajo pulverizado, jabón potásico u otro elemento, esto evita el asentamiento de orugas. Sin embargo,  antes de tomar la decisión y ejecutar las medidas aquí presentadas, es pertinente acudir ante un experto y más aún si tu planta es delicada como ocurre con la marihuana. 

Recuerda que toda acción que realicemos puede generar una modificación en sus características lo que sin duda no es lo que buscamos ya que deseamos conservar una planta fuerte, con el mejor aroma, sabor y efecto posible. No te dejes llevar y acude ante un profesional.

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