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Cannabisguru

La Importancia del Curado

Pregunta

Procesos Quimicos del Curado

La planta en su etapa final comienza a desarrollar la resina. En esta resina se encuentran entre otros muchos componentes, los cannabinoides. Los cannabinoides que tiene un cogollo recien cosechado son el Acido tetrahidrocannabinólico, precursor del THC (THCA), THC, cannabidiol (CBD)y cannabinol (CBN), también con sus respectivos ácidos,incluso en algunas variedades otros THC,s., distintos al que conocemos habitualmente. Bién, el THCA que no es activo y que lo tenemos en el cogollo recien cosechado, se va transformando por medio de una enzima sintasa en THC activo. Esto también se realiza por medio de calor a temperaturas moderadas (curado). En este punto nos encontramos que ya se ha incrementado el porcentaje de THC por la transformación de su ácido.

El CBD y su forma ácida sobretodo, por un proceso similar más complejo, también se transforma en THC y THCA respectivamente en pequeñas cantidades, y el CBD interacciona con el THC en la duración de la psicoactividad y en la lucidez del colocón volviéndolo más pesado.

El problema está en que el THC se degrada fácilmente a CBN y se estropea con un secado o curado malo, por lo que perderíamos potencia. No cabe duda entonces que con el curado añadiremos nuevos incrementos de THC si mantenemos un buen secado y curado.

Aparte de los cannabinoides, se encuentran terpenos y sesquiterpenos (resinas), junto con hidrocarburos, clorofilas y otras sustancias que también se van transformando y son las que dan el aroma y sabor a la maría y al haschís, NO los cannabinoides. Estas resinas y aceites esenciales también pueden influir escasamente en la potencia, así como proporcionar algun dolor de cabeza que otro,a veces,cuando el curado se realiza mal.

El proceso de curado en sí, aparte de estabilizar y transformar los aromas y sabor, proporcionamos una humedad idónea como en el caso del tabaco y transformamos el THCA a THC.

Independientemente de todo esto cada variedad se rige, en cuanto al aroma y potencia, a un secado y curado particular para distinguir un punto culminante específico durante el proceso, pero como norma general, no cabe la menor duda de que el proceso completo es imprescindible para paladares exquisitos de manera general.

Tecnicas Fundamentales

Lo primero que tenemos que distinguir son tres etapas fundamentales después de cosechar, que como sabemos son el secado, curado y almacenado.

En el secado, las plantas enteras suelen colocarse colgadas al revés, o se depositan en bandejas para su secado. Muchos cultivadores creen que los racimos florales colgados boca abajo para el secado, provoca que las resinas se desplacen por gravedad a las extremidades, como con otras supersticiones, poca o ninguna resina o cannabinoides se transportan mediante el sistema vascular después que la planta se ha cosechado. Invertir las plantas para el secado, ocasiona que las hojas cuelguen muy próximas a los racimos florales cuando se secan, y las resinas quedan protegidas de una manipulación externa de cualquier tipo. Los racimos florales también parecen más atractivos y más grandes si se cuelgan. Las resinas son muy frágiles y caen fuera de los cálices al ser sacudida la planta. Cuanto menos se manipulen los racimos, mejor aspecto tendrán, así como mejor sabor y aroma al fumar. Los racimos florales, incluyendo tallos y hojas grandes, comúnmente se secan hasta llegar a un 25% de su peso fresco original ( tiene que perder un 75% de su peso en agua). Cuando están suficientemente secos para ser almacenados sin la amenaza de moho, el tallo central del racimo floral se romperá fácilmente al ser doblado, al igual que los tallos secundarios y demás. El secado tiene que realizarse lentamente, sin luz y en un ambiente seco y fresco, con temperaturas de aproximadamente 18º a 22ºC, hasta llegar a un punto óptimo. Los envoltorios en papeles de periódico facilitan el secado y no aportan sabor extraño, ya que facilitan la absorción de humedad desde dentro y su eliminación desde fuera, pero si se dispone de un secadero bueno no se precisa de ningún accesorio

Como norma general, la marihuana ha de contener un 10% aproximadamente de agua, para proceder a su almacenaje o ser fumada en condiciones óptimas.

Cuando los racimos florales están secos, y envasados herméticamente, continúan con el proceso de curación. Con un buen curado desaparece el gusto a verde desagradable y deja que las resinas y los cannabinoides terminen de madurar. El secado, es meramente, la separación del agua de los racimos florales para poder ser fumados, pero se complementa con el curado. Cuanto más largo sea el proceso de curado, la marihuana obtendrá un mejor aroma, gusto y psicoactividad. Si el secado es demasiado rápido, el gusto a verde, quedará sellado en los tejidos y puede permanecer indefinidamente. Un racimo floral no muere después de ser cosechado, distintas actividades metabólicas tienen lugar durante algún tiempo, muy similares a la maduración y posterior deterioro de una fruta cualquiera. Durante este período, los cannabinoides ácidos se descarboxilan para desarrollar sus formas psicoactivas, y los terpenos se isomerizan para crear nuevos politerpenos con gustos y aromas diferentes, como ya he mencionado en el topic "La importancia del curado". Igualmente se mantiene que la biosíntesis de los cannabinoides continúa durante un corto periodo de tiempo después de la recolección, lo que significa que la planta sigue su ciclo vital durante el secado, independientemente de la transformación en el proceso de curado. El gusto y el aroma también mejoran cuando los pigmentos y clorofilas comienzan a estropearse. Cuando los racimos florales se secan lentamente, se facilita el intercambio de gases con la atmósfera exterior a través de los estomas -estructuras o agujeros, principalmente en las hojas, por donde la planta transpira intercambiando gases en la atmosfera-, guardando una humedad similar a la interna del parenquima (tejido fundamental similar a nuestra piel). Alternativamente, cerrar y abrir de vez en cuando los envases herméticos y opacos, ya que la luz junto con el oxígeno, proporcionan un ambiente ideal para que surjan microorganismos que podrían deteriorar la cosecha, es un procedimiento que guarda la humedad dentro del recipiente y permite ventilar los gases al exterior durante el curado. Exponer los racimos al aire fresco es necesario y muy apropiado para el curado, durante cortos espacios de tiempo. Si el recipiente es hermético y translúcido, y no se ventila, también puede ocurrir una putrefacción por bacterias aneróbicas y mohos por el oxígeno que contiene el recipiente y la humedad que conserva de origen. Aunque el oxígeno, en pequeñas dosis, es necesario para el curado. Las cajas de cartón transpiran aire, pero también retienen algo la humedad y son frecuentemente usadas para el curado de la María.

La manicura de los racimos florales secos, quitando las hojas exteriores se realiza con anterioridad a ser fumados. Las hojas actúan como una envoltura para proteger los delicados racimos florales. Si se cortan antes de secar, ocurre un deterioro considerable en el valor del THC.

En el almacenaje, los racimos florales son mejor guardados en sitios frescos y obscuros. La refrigeración retrasa notablemente la degradación de los cannabinoides, pero la congelación tiene efectos adversos. La congelación fuerza a que salga la humedad a la superficie desde el interior de los tejidos parénquimales, dañándo las resinas. Los racimos florales en la oscuridad se mantienen intactos y protegidos, pero su manipulación es preferible cuando se encuentran bien empaquetados para que no se restrieguen entre sí. Los frascos de cristal y de plástico con cierre hermético, son los recipientes más idóneos para el almacenaje de la marihuana y haschís. Las bolsas de plástico que permiten ser selladas, no transpiran y se usan frecuentemente para el almacenaje, no obstante recordar que es indispensable proteger los envases de la luz, utilizando recipientes opacos, o cubriéndolos con papel de aluminio.

De igual modo, el oxígeno también ocasiona el lento deterioro del THC a CBN, si bien, después de que el proceso de curado se completa, el recipiente se sella completamente. Cualquier partícula de oxígeno presente en el recipiente se agotará y no podrán entrar nuevas partículas. El nitrógeno es un gas inerte y barato, ideal para el envasado definitivo que ahora se consigue fácilmente con los instaladores de aire acondicionado que tienen que cargar con minibombonas para “limpiar” la instalación de otros gases. Los tarros y las bolsas pueden llenarse con nitrógeno para desplazar el aire, y después se procede al sellado. El sellado al vacío es igualmente un medio eficaz y fácilmente asequible.

Introducir bolsitas de silicagel u otro secante no es conveniente, ya que absorbería ese porcentaje mínimo de humedad que se necesita para mantener el sabor, sí es de muchísima utilidad para la conservación de semillas durante años.

Conclusión: No hay un tiempo determinado para realizar el secado y curado, si bien con las temperaturas y procedimientos descritos sería necesario al menos dos meses. Si realizamos un buen secado, curado y almacenamos en un recipiente hermético opaco dentro del frigorífico (sin congelar), con nitrógeno o al vacío, tendremos costo con potencialidad plena para años.

Fuente: recuperado de jardinmagico

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