Por diversos factores, las plantas autoflorecientes han ganado muchos aficionados en los últimos años. El éxito de las variedades autoflorecientes Samsara es un ejemplo de ello.
Las autoflorecientes son sencillas de cultivar, rápidas y resultan ideales para cultivadores con poca experiencia. Por otro lado, su cuidado requiere de unas condiciones diferentes de las feminizadas normales o las regulares. Por ello, hemos desarrollado esta breve guía de cultivo.
La germinación de las autoflorecientes es similar a la de las feminizadas normales o cualquier otra variedad.
La vida total de las plantas autoflorecientes es de entre 75 y 90 días, dependiendo de la variedad escogida y las condiciones de cultivo. Para cosecharlas se sigue el patrón habitual: al final de la prefloración (cuando empiezan a salir las primeras florecitas), que viene a durar unos 15 a 18 días, tardan unos dos meses o dos y medio hasta que están en su punto de maduración. Lo mejor es comprobar los tricomas, una vez transcurrido el tiempo de maduración, para establecer el mejor momento para su cosecha.
Su altura aproximada puede oscilar entre los 45 y los 120cm, en el caso de las variedades más altas.
El fotoperiodo es muy importante ya que, para obtener buenos resultados, a las autoflorecientes les va mejor un fotoperiodo de 20/4durante todo el ciclo vital de la planta. Esto no significa que a 18 no vayan bien, pero a 20h su metabolismo se acelera mientras la maduración tarda lo mismo, produciendo más en el mismo tiempo. Lo que no resulta conveniente es bajar a 12 horas para la floración: se ralentiza su metabolismo y crece y produce menos. Se puede utilizar el sustrato habitual. Cuanto mejor sea el sustrato, tanto mejor crecerá la planta. En macetas de unos seis litros, las plantas tendrán el suficiente espacio para desarrollarse.
NO conviene realizar trasplantes. Es así debido a que el ciclo vegetativo de las autoflorecientes es extremadamente corto y, durante la floración, un trasplante sólo serviría para provocar un retraso importante, que luego terminaremos pagando con una insuficiente producción de flores.
Debemos dejar crecer las plantas autoflorecientes a su aire, sin realizar podas en ningún momento.
También es importante evitar los esquejes, ya que, al ser tan corto el periodo de crecimiento, las plantas no tienen tiempo de reponer las ramas perdidas.
Además, las autoflorecientes no producen de por sí buenos resultados en esquejes.
En la segunda parte del dossier sobre variedades autoflorecientes, nos gustaría detenernos en consideraciones sobre cultivo en interior y exterior. Por sus especiales características este tipo de plantas requiere una atención diferente a otras variedades.
Para explotar al máximo las cualidades de las plantas autoflorecientes conviene cultivarlas en interior con luz artificial. En interior, con un ritmo de cultivo de 20 horas de luz, el metabolismo de una planta recibe el doble de energía que en exterior, con las consecuencias beneficiosas evidentes para su metabolismo.
Además la artificial es una luz estable y potente (sin nubes ni incidencias meteorológicas, etc.) Aun con todo, las autoflorecientes van muy bien en exterior, pero es muy importante cultivarlas en una época de buen tiempo. Plantar antes de hora, con las autos, no se traduce en más tamaño y producción. Incluso podemos obtener el resultado contrario, ya que el ciclo vital de estas plantas es siempre el mismo (con ligeras variaciones de un cultivo a otro, o en condiciones distintas, claro).
Si plantamos muy pronto o todavía es una época fría, la planta apenas crece durante su periodo vegetativo, que dura entre 15 y 18 días. Este periodo dura casi lo mismo dependiendo de la estación; por tanto, si hace frío tendremos unas plantas que no han crecido apenas, y con buen tiempo, obtendremos unas plantitas de buen tamaño.
Posteriormente viene la prefloración, un periodo en el cual la planta se estira para generar ramas donde albergar sus cogollos. Con unos ejemplares ya de por sí poco desarrollados, si la prefloración también se produce con frío… las plantitas resultantes serán muy pequeñas, de apenas 20cm.
Así pues, los consejos para interior se pueden aplicar a los cultivos de exterior, también; la única diferencia es que dependemos de la climatología del ambiente, y no de la atmósfera que nosotros le proporcionemos al armario. Por lo demás: germinación igual que otras variedades, trasplante NO, esquejes NO, poda NO; para altura y vida total de las plantas podemos seguir el mismo patrón que para interior.
En realidad, hay pocas diferencias específicas entre las autos y las no autos; unas florecen según les dicta el fotoperiodo, y las otras no. Para el resto de las características que no tengan que ver con la duración del ciclo, son lo mismo: plantas de cannabis. Como con otras variantes, cuidando las autoflorecientes con atención y detalle obtendremos buenas plantas.
Por diversos factores, las plantas autoflorecientes han ganado muchos aficionados en los últimos años. El éxito de las variedades autoflorecientes Samsara es un ejemplo de ello.
Las autoflorecientes son sencillas de cultivar, rápidas y resultan ideales para cultivadores con poca experiencia. Por otro lado, su cuidado requiere de unas condiciones diferentes de las feminizadas normales o las regulares. Por ello, hemos desarrollado esta breve guía de cultivo.
La germinación de las autoflorecientes es similar a la de las feminizadas normales o cualquier otra variedad.
La vida total de las plantas autoflorecientes es de entre 75 y 90 días, dependiendo de la variedad escogida y las condiciones de cultivo. Para cosecharlas se sigue el patrón habitual: al final de la prefloración (cuando empiezan a salir las primeras florecitas), que viene a durar unos 15 a 18 días, tardan unos dos meses o dos y medio hasta que están en su punto de maduración. Lo mejor es comprobar los tricomas, una vez transcurrido el tiempo de maduración, para establecer el mejor momento para su cosecha.
Su altura aproximada puede oscilar entre los 45 y los 120cm, en el caso de las variedades más altas.
El fotoperiodo es muy importante ya que, para obtener buenos resultados, a las autoflorecientes les va mejor un fotoperiodo de 20/4durante todo el ciclo vital de la planta. Esto no significa que a 18 no vayan bien, pero a 20h su metabolismo se acelera mientras la maduración tarda lo mismo, produciendo más en el mismo tiempo. Lo que no resulta conveniente es bajar a 12 horas para la floración: se ralentiza su metabolismo y crece y produce menos. Se puede utilizar el sustrato habitual. Cuanto mejor sea el sustrato, tanto mejor crecerá la planta. En macetas de unos seis litros, las plantas tendrán el suficiente espacio para desarrollarse.
NO conviene realizar trasplantes. Es así debido a que el ciclo vegetativo de las autoflorecientes es extremadamente corto y, durante la floración, un trasplante sólo serviría para provocar un retraso importante, que luego terminaremos pagando con una insuficiente producción de flores.
Debemos dejar crecer las plantas autoflorecientes a su aire, sin realizar podas en ningún momento.
También es importante evitar los esquejes, ya que, al ser tan corto el periodo de crecimiento, las plantas no tienen tiempo de reponer las ramas perdidas.
Además, las autoflorecientes no producen de por sí buenos resultados en esquejes.
En la segunda parte del dossier sobre variedades autoflorecientes, nos gustaría detenernos en consideraciones sobre cultivo en interior y exterior. Por sus especiales características este tipo de plantas requiere una atención diferente a otras variedades.
Para explotar al máximo las cualidades de las plantas autoflorecientes conviene cultivarlas en interior con luz artificial. En interior, con un ritmo de cultivo de 20 horas de luz, el metabolismo de una planta recibe el doble de energía que en exterior, con las consecuencias beneficiosas evidentes para su metabolismo.
Además la artificial es una luz estable y potente (sin nubes ni incidencias meteorológicas, etc.) Aun con todo, las autoflorecientes van muy bien en exterior, pero es muy importante cultivarlas en una época de buen tiempo. Plantar antes de hora, con las autos, no se traduce en más tamaño y producción. Incluso podemos obtener el resultado contrario, ya que el ciclo vital de estas plantas es siempre el mismo (con ligeras variaciones de un cultivo a otro, o en condiciones distintas, claro).
Si plantamos muy pronto o todavía es una época fría, la planta apenas crece durante su periodo vegetativo, que dura entre 15 y 18 días. Este periodo dura casi lo mismo dependiendo de la estación; por tanto, si hace frío tendremos unas plantas que no han crecido apenas, y con buen tiempo, obtendremos unas plantitas de buen tamaño.
Posteriormente viene la prefloración, un periodo en el cual la planta se estira para generar ramas donde albergar sus cogollos. Con unos ejemplares ya de por sí poco desarrollados, si la prefloración también se produce con frío… las plantitas resultantes serán muy pequeñas, de apenas 20cm.
Así pues, los consejos para interior se pueden aplicar a los cultivos de exterior, también; la única diferencia es que dependemos de la climatología del ambiente, y no de la atmósfera que nosotros le proporcionemos al armario. Por lo demás: germinación igual que otras variedades, trasplante NO, esquejes NO, poda NO; para altura y vida total de las plantas podemos seguir el mismo patrón que para interior.
En realidad, hay pocas diferencias específicas entre las autos y las no autos; unas florecen según les dicta el fotoperiodo, y las otras no. Para el resto de las características que no tengan que ver con la duración del ciclo, son lo mismo: plantas de cannabis. Como con otras variantes, cuidando las autoflorecientes con atención y detalle obtendremos buenas plantas.
Fuente: autoflorecientes.net
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