Enmienda de tierra madre 2ª Parte: Cultivar gastando muy poco

Guerredejah Cultivo exterior 15 Feb 2014 1 Comentarios 7 min
5 (1 votos)
Si en el número anterior estudiamos la manera de reducir el pH de los suelos alcalinos, ahora veremos cómo hacer todo lo contrario: subirlo. Conseguiremos que una tierra madre demasiado ácida pase a ser una tierra perfecta, con un pH ideal para nuestro proprósito.


La buena noticia es que es mucho más fácil subir el pH que rebajarlo. Vamos a estudiar las pautas para hacerlo de manera orgánica, que es la única manera de obtener la mejor marihuana y la menos nociva para nuestros pulmones.

Recordemos que en el número anterior de Yerba veíamos la posibilidad de cultivar en tierra madre en vez de comprarnos alguno de los maravillosos sustratos disponibles en los grows.

También recordemos que esto se debía al hecho de que los precios de estos sustratos pueden llegar a ser prohibitivos para muchas economías y bolsillos. Aquí es donde nos encontramos con el primer gran dilema: el sustrato es especialmente importante para conseguir buena marihana.

No lo es para la mayoría de las plantas anuales solanáceas pero sí para el cannabis. No nos detendremos más en aseverar que esto se debe a que el punto débil del cannabis es su sistema radicular: débil y bastante perezoso.
Pero como ya hemos escrito cientos de veces al respecto, sirva esta vez para información de cultivadores noveles que se inician en el cultivo de nuestra queridísima planta. No obstante, quisiera poner un ejemplo ilustrativo de esta realidad tan negativa del cannabis.



ESTADO SALVAJE

Hace cinco años hace un experimento. Labré muy poco, muy superficialmente, una tierra madre de una vega. Se llama vega al terreno a orillas de algún río y que está muy bien fertilizado por el limo y otros desechos orgánicos que traen la corriente y que enriquecen tremendamente el suelo.

Las vegas son consideradas "de altísima productividad agrícola". Como he dicho ya, tan solo "arañe" un poco el terreno; no lo labré "como Dios manda", en profundidad.

Por razones que no vienen al caso disponía de 100 semillas de las mejores variedades de uno de los bancos de semillas mñas conocidos de Holanda. Planté las cien semillas de cannabis y 20 de tomates pera; un tomate excelente, pero no especialmente resistente ni rústico.
No hice nada para "pregerminar" las semillas. Quiero decir que ni las tuve 24 horas en agua ni nada por el estilo. Pues bien, de las 20 semillas de tomate obtuve 11 magníficas matas que me dieron unas ensaladas exquisitas durante todo el verano. De las cien semillas de cannabis no salió adelante ni una.


El ratio de triunfos en la germinación del cannabis en estado salvaje es muy bajo. La planta compensa esta carencia con una masiva producción de semillas. Una hembra da miles de semillas. Con que salga adelante una de cada 300 es más que suficiente para asegurar la perpetuación de la especie. Pero claro, nosotros no disponemos de miles de semis, ¿verdad? ¡Anda que son baratas!



TODOS LOS NUTRIENTES CUENTAN

Sin embargo, aún siendo éste su punto flaco, no es menos cierto que tanto un suelo alcalino como uno ácido presentan una serie de dificultades añadidas para los cultivos. Si es alcalino porque cieros nutrientes, tales como el hierro, manganeso, cobre zinc y boro, escasean. Y si por el contrario es ácido, los nutrientes que escasearán son el fósforo, calcio, magnesio, boro y molibdeno.

Algunos del os nutrientes mencionados están dentro de la categoría MACRONUTRIENTES y otros dentro de los llamados MICRONUTRIENTES. No dejéis que esta división os confunda, ya que la marihuana de calidad precisa de todos: los macro y los micro.
Con una simple carencia del más humilde de los micronutrientes la marihuana que obtendremos no será de calidad. Ello no implica la muerte de la planta; pero sí la calidad de la marihuana que después nos vamos a fumar.



Creo sinceramente que meterse a cultivar cannabis para después no recompensarnos a nosotros mismos con la mejor maría es de mencios. De hecho, cada vez son más los botánicos que rechazan esta división alegando que todos son indispensables para el correcto desarrollo de una especie vegetal. Recordemos también que la escala del pH va desde 0 hasta 14; siendo 7,00 lo que se considera pH neutro, el ideal para casi todas las plantas.

Y recordemos también que esta escala no es aritmética, sino exponencial. No te preocupes si las matemáticas no son lo tuyo, porque ahora mismo te lo aclaramos para que al menos entiendas la parte que te concierne.

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE?

pH son las siglas de "partes de hidrógeno". Cuanto mayor sea el pH menos partes de hidrógeno tendrá el suelo y viceversa. Cuanto más pH menos partículas de hidrógeno encontraremos en nuestra tierra madre.

Decimos que esta tabla, del 0 al 14, es exponencial ya que la diferencia entre punto y punto es de diez, no de uno. Un terreno con un pH de 8.00 tiene diez veces menos partículas de hidrógeno que otro cuyo pH fuera 7,00.

No hay un punto de diferencia sino diez. Por lo tanto, imaginemos hasta qué punto es determinante un humilde punto en la escala del pH. Muchas son las especies, como el romero o el mismo tomate, que tienen un amplio margen de tolerancia. Pero desgraciadamente no es el caso del cannabis si se desea obtener marihuana de calidad para uso lúdico o medicinal.



Decíamos que la mayoría del suelo español es alcalino y en el número anterior nos dedicamos a estudiar las maneras de rebajarlo. Veamos qué hacer con esa minoría (alrededor de 20% del terreno español) que tiene suelos ácidos.

Comenzamos con dos muy buenas noticias para este sector. Por una parte, y como ya hemos adelantado, es más fácil subir el pH que rebajarlo. La segunda buena noticia es que el cannabis es una planta acidófila. Es decir, que prefieres suelos ácidos. No es excesivamente acidófila pero sí considerablemente. Los terrenos ácidos en España se concentran, sobre todo en el norte del país: la llamada franja verde de la península. ¿Por qué son tan verdes? Porque llueve bastante. ¿Rebaja el pH tanta lluvia? Desde luego.
¿Por qué? Sencillamente porque lixivia, lava el terreno, arrastrando hacia abajo ciertos nutrientes (los que ya hemos enumerado para suelos ácidos). Estos nutrientes dejan de estar disponibles y por eso el suelo es ácido.

Sin embargo, en pleno centro y sur de la Península Ibérica, también encontramos algunas islas en las que el terreno, lejos de ser alcalino, es ácido. Hablamos de los pinares. Efectivamente los pinos, sobre todo las variedades que se dan en nuestra vieja Península Ibérica, dejan caer sus agujas, de extremada acidez. Es una forma que tiene el pino (una de las especies vegetales más inteligentes y antiguas del planeta) de colindar espacios.
Sabe que con tanta acidez tan solo él será capaz de sobrevivir. las aguajas sueltan taninos y otros alcaloides muy acidificantes proporcionando una franja de seguridad hostil par la mayoría de las demás especies.

Las tres especies que se dan mayoritariamente en la península son el P. Haleppensis (pino carrasco), el P. Pynaster (pino piñonero) y el P. Sylvestris (pino rojo o de Valsaín). Las tres variedades acidifican su entorno a lo grande.

ENCALADO

El encalado es la forma más tradicional de subir el pH de los suelos en España y en muchos otros lugares. Consiste, como bien explica su nombre, en aplicar cal al suelo. Simplemente se mezcla con el sustrato y nada más. Nada más fácil y sencillo de encontrar. La cal se encuentra en cualquier pueblo, en los almacenes de construcción o en los dedicados a la agricultura.



El tema determinante aquí es cuánta hay que echar para conseguir el pH que buscamos, en el caso del cannabis debería ser entre 5,8 y 6,5. Una vez más no hay regla de oro, salvo el viejo truco de echar y comprobar.
Recordaréis del número anterior que la forma de medir el pH del suelo consistía en mezclar algo del mismo con agua destilada, dejarlo reposar un par de horas y después comprobarlo. Lo ideal es hacerlo con un aparato digital (unos 50 euros). Pero si no os podéis permitir esta cantidad, en cualquier vivero venden unas tiras de papel reactivo muy baratas, aunque no tan precisas.

Otra forma de subir el pH de nuestro suelo ácido es mediante la utilización de cenizas. Simplemente añadiendo cenizas al suelo subiremos considerablemente nuestro pH. Pero ojo, han de ser cenizas de maderas naturales. No valen aquellas provenientes de maderas tratadas de ningún tipo.
Podéis utilizar cenizas provenientes de ballets de construcción y, sobre todo, de madera de árboles. Si optáis por esta sencilla solución tendréis que hacer lo mismo que con la cal para determinar la cantidad a echar por metro cuadrado de tierra madre.

Por último, y también lo dijimos en el número anterior, no os olvidéis de mezclar la tierra madre, tanto si es ácida como si es alcalina o neutra, con una considerable cantidad de arena de río. Ya sabéis, de la que se usa para hacer cemento y que se encuentra en cualquier sitio a 0,80 euros el saco.
Recordad que esto es vital si queremos disponer de un terreno esponjoso por muy poco precio.
Un terreno que las raíces del cannabis podrán explorar y aprovechar sin problema alguno.



ALIMENTA TU SUELO, NO TUS PLANTAS

Esta máxima de la jardinería universal es olvidada por los cannabicultores con demasiada frecuencia. Un suelo rico en materia orgánica, repleto de microorganismo y bacterias beneficiosas liberará todos sus nutrientes con suma facilidad y generosidad convirtiéndolos en accesibles para las raíces.

Por este motivo, y aunque el tema central de estos dos reportajes de tierra madre es el cultivo muy barato, yo os recomiendo encarecidamente que mezcléis vuestro sustrato con algo de materia orgánica (compost o mantillo) y le añadáis, además, a la hora de mezclar todo, buena parte de los fertilizantes orgánicos o químicos.
Personalmente prefiero echar una considerable cantidad de humus de lombriz y guano. El humus me aportará el nitrógeno (N) y el guano el potasio y el fósforo. Claro, no son productos baratos pero aún así, y dado que hay que poner bastante poco, el resultado final sigue siendo mucho más económico que comprar una buena tierra en un grow.

Lo dicho, yerberos, quellos que no tengáis una buena economía aprended a haceros unos sustraros más que buenos por un precio significativo nada más. No os arrepentiréis.

Hasta la próxima.

Opiniones


Notificarme de nuevos comentarios.
Cancelar
AnaTejeda
AnaTejeda - hace 6 años

Hola GuerredeJah! Cielos! Creo que será algo difícil que consiga unas plantas bonitas, pero es claro que comprarlas no es opción para mí.
Viajo con cierta frecuencia por cuestiones de trabajo, así que no puedo encargar mis plantas a otra persona. :-( Bueno, veré si logro algo con las semillas que dejé guardadas en algún sitio, si no están muy viejas o si me animo a comprar semillas online. Buen post! Gracias!

 Responder
Dejar opinion

Notificarme de nuevos comentarios.
Cancelar
x

Suscribete al boletin semanal.

Recibe los nuevos articulos en tu correo.